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Actualmente, muchas personas creen que los adultos ya no debemos estudiar, leer o informarnos. Eso es un grave error. “Pero, yo leo el periódico”, seguramente replicarás querido lector, y eso está bien, te lo concedo, aunque no es suficiente.

Por Renato Cárcamo. 03 noviembre, 2025. Publicado en Diario Correo el 1 de noviembre de 2025

Actualmente, muchas personas creen que los adultos ya no debemos estudiar, leer o informarnos. Eso es un grave error. “Pero, yo leo el periódico”, seguramente replicarás querido lector, y eso está bien, te lo concedo, aunque no es suficiente.

Por ejemplo, se avecina una campaña política importante en nuestro país y me surgen varias preguntas al respecto. ¿Sabemos qué es la política? ¿es solo conseguir y ejercer el poder? ¿Debe abarcar toda la vida social? Y, ¿en mi vida privada? ¿Tiene la política entidad propia o es un mero efecto de algo más serio como la economía, según marxistas y capitalistas? ¿tenemos una política globalista o sigue siendo local? ¿Los ciudadanos tenemos algo que ver en ella o hay que dejarla a los expertos? ¿Sé, acaso, si mi voto será manipulando? ¿Cómo lo hacen? ¿Las nuevas tecnologías, así como las redes sociales, tienen algo que ver? ¿Son instrumentos de control implacable? Y, ¿qué es y para qué sirve la democracia?

Y, hay aún más preguntas que podemos hacernos sobre la política: ¿es una actividad libre o está sometida a leyes? ¿Está en todo, lo puede todo? ¿Persigue una finalidad? ¿Busca el bien común? ¿Es posible con el individualismo que sufrimos hoy? ¿Existen partidos políticos o son solo movimientos políticos? ¿Es polémica o es conciliatoria? ¿Presupone pluralidad, complejidad y diferenciación, o una sociedad unitaria, igual, homogénea y monista? ¿Para qué elegimos gobernantes, cuáles son sus funciones?

Como ven, no son pocas las cuestiones que surgen sobre la política, cuyas respuestas no tenemos a la mano, pero que deberíamos empezar a buscarlas y a interesarnos en conocer más, si de veras queremos salir del gran atolladero en el que estamos, por lo menos en este campo. Y ni qué digamos de la necesidad de comenzar a sacar tiempo, también, para conocer temas mucho más importantes y comprometernos con la búsqueda de soluciones.

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